Pepe Mujica falleció el 13 de mayo de 2025, a los 89 años, tras una larga batalla contra el cáncer. Su vida fue una mezcla de lucha armada, presidencia y filosofía de vida sencilla.
Una Vida De Lucha Y Coherencia
Nacido en Montevideo en 1935, Mujica se unió al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros en los años 60, siendo capturado y pasando 12 años en prisión durante la dictadura militar uruguaya.
Tras su liberación en 1985, se integró al Frente Amplio, ocupando cargos como diputado, senador y ministro de Ganadería. En 2010, fue electo presidente de Uruguay, promoviendo reformas como la legalización del aborto, el matrimonio igualitario y la regulación de la marihuana.
Mujica fue conocido por su estilo de vida austero, viviendo en su chacra y donando gran parte de su salario. Su filosofía de vida sencilla y su coherencia entre discurso y acción lo convirtieron en una figura admirada a nivel mundial.

Legado Y Despedida
La muerte de Mujica generó una ola de condolencias en América Latina. Líderes como Gabriel Boric, Gustavo Petro y Claudia Sheinbaum destacaron su honestidad y compromiso con la justicia social . El gobierno uruguayo decretó tres días de duelo nacional y organizó un funeral de Estado para honrar su memoria.
En su última entrevista, Mujica reflexionó sobre la vida y la muerte, afirmando: “Yo me dediqué a cambiar el mundo y no cambié un carajo, pero estuve entretenido y le di un sentido a mi vida” . Su deseo era descansar bajo una secuoya en su chacra, junto a su perra Manuela.
Un Símbolo De Integridad
Mujica fue un ejemplo de integridad y coherencia. Su vida demostró que es posible ejercer el poder con humildad y mantener ideales firmes sin enriquecerse. Su legado perdurará como inspiración para futuras generaciones.